1956 - muere en París Irene Joliot-Curie, física francesa.
Siendo el mes que hemos dedicado a subrayar y destacar mujeres notables, aprovechamos la efemèrides de la fecha para destacar el aporte en el plano de las ciencias. Ademàs de ser una de las mujeres que recibiò el premio Nobel al igual que su madre por sus investigaciones cientìficas, fue una mujer muy comprometida con su època.
Un dìa como hoy fallecìa Irene Joliot Curie, nada màs ni nada menos que la hija de Pierre y Marie Curie nacida en París en 1897.
Desde joven se destaco por su interés científico, graduándose en Física y Química en la Universidad de París durante la Gran Guerra. Posteriormente trabajo en el departamento de radiografía de varios hospitales franceses para acabar ingresando como asistente en el laboratorio del Instituto del Radio en Paris, conocido posteriormente como Instituto Curie. En 1925 consiguió su doctorado con una tesis sobre la emisión de rayos alfa del polonio.
Irene Curie es junto a su madre una de las pocas mujeres galardonadas con el Premio Nóbel, en su caso por las investigaciones desarrollados con su marido Frederic Joilot por sus trabajos en la síntesis de nuevos elementos radiactivos, en 1934 descubrieron el neutrón y consiguieron producir artificialmente elementos radiactivos. Los dos trabajaron en las reacciones en cadena y en los requisitos para la construcción acertada de un reactor nuclear que utilizara la fisión nuclear controlada para generar energía mediante el uso de uranio y agua pesada.
Pero Irene fue también una mujer comprometida con su tiempo y con las causas justa. Durante la década de los 30 se vinculará con rapidez a la intelectualidad progresista francesa, con profundas ideas humanistas, ingresó en el Comité de Intelectuales Antifascistas y fue miembro del Comité Nacional de la Unión de Mujeres Francesas, desarrollando una importante labor propagandista contra el alzamiento franquista en España y la intervención de la Alemania nazi y la Italia fascista en la Guerra Civil española.
Fue una de las tres mujeres que participaron en el Gobierno de Frente Popular en Francia, desempeñándose como Subsecretaria de Estado de Investigación Científica.
Los Curie-Joilot mantuvieron la misma política que Pierre y Marie Curie, a la hora de hacer público sus investigaciones, compartiéndolas con la comunidad científica internacional y no patentado sus métodos para posibilitar el desarrollo científico. Esta práctica tuvo que ser interrumpida por el auge del nazi-fascismo y el peligro que podría suponer para el mundo poner en manos de las potencias del eje las potencialidades de la radioactividad y la energía atómica.
Durante la ocupación nazi, Frederic Joilot ingresa en el Partido Comunista de Francia y pasa a engrosar las filas de la resistencia francesa. Irene Curie no puede seguir los pasos de su marido, aquejada de una fuerte tuberculosis causada por la exposición a radiación y tiene que emigrar a Suiza.
La batalla de Stalingrado y la ofensiva soviética en el arco Kursk posibilitan a Ingleses y Norteamericanos la liberación de Francia de conjunto con la resistencia antifascista francesa, lo que va a posibilitar el regreso de Irene Curie a su país con el debido reconocimiento de las autoridades francesas. En 1945, De Gaulle autoriza la creación de la Comisión para la Energía Atómica donde Irene va a dar lo mejor de si misma. En 1946 es nombrada directora del Instituto del Radio y en 1948 asiste a la inauguración del primer reactor nuclear en Francia, aunque su imagen pública y profesional iba a verse prontamente afectada por una feroz campaña de descrédito.
En 1951 tanto Irene como Frederic iban a ser cesados de todas sus responsabilidades públicas al considerarlos “agentes del comunismo”, tras ello se escondía las represalia de los sectores mas retrógrados por la importante labor que ambos desarrollaban en distintas organizaciones sociales progresistas.
Irene perteneció al Consejo Mundial por la Paz desde su fundación en 1949, su marido Frederic Joilot fue incluso su primer presidente. Irene desarrolló una importantísima labor de solidaridad con la España Republicana, tal es así que en 1948 fue expulsada de EEUU en una gira para recaudar fondos para los exiliados republicanos españoles, llegando a permanecer encarcelada en un centro de retención de inmigrantes en la isla de Ellis. De igual forma, Irene contribuyo al trabajo del Consejo Mundial por la Paz contra la proliferación de armas nucleares y el desarme nuclear total, así como a favor de una paz duradera y segura que superase los estrechos marcos de la guerra fría diseñados por los planificadores del imperialismo.
Finalmente, Irene fallecería en marzo de 1956 victima de una leucemia por sobreexposición a radiación. Frederic, por su parte, iba a fallecer dos años más tarde tras una enfermedad hepática. Irene Curie y su marido Frederic Joilot son fiel ejemplo del maridaje entre la ciencia y la lucha por la justicia y la paz, modelos de intelectuales comprometidos con las causas mas justas y un patrimonio para todos aquellos que soñamos con un mundo mejor posible.
Un dìa como hoy fallecìa Irene Joliot Curie, nada màs ni nada menos que la hija de Pierre y Marie Curie nacida en París en 1897.
Desde joven se destaco por su interés científico, graduándose en Física y Química en la Universidad de París durante la Gran Guerra. Posteriormente trabajo en el departamento de radiografía de varios hospitales franceses para acabar ingresando como asistente en el laboratorio del Instituto del Radio en Paris, conocido posteriormente como Instituto Curie. En 1925 consiguió su doctorado con una tesis sobre la emisión de rayos alfa del polonio.
Irene Curie es junto a su madre una de las pocas mujeres galardonadas con el Premio Nóbel, en su caso por las investigaciones desarrollados con su marido Frederic Joilot por sus trabajos en la síntesis de nuevos elementos radiactivos, en 1934 descubrieron el neutrón y consiguieron producir artificialmente elementos radiactivos. Los dos trabajaron en las reacciones en cadena y en los requisitos para la construcción acertada de un reactor nuclear que utilizara la fisión nuclear controlada para generar energía mediante el uso de uranio y agua pesada.
Pero Irene fue también una mujer comprometida con su tiempo y con las causas justa. Durante la década de los 30 se vinculará con rapidez a la intelectualidad progresista francesa, con profundas ideas humanistas, ingresó en el Comité de Intelectuales Antifascistas y fue miembro del Comité Nacional de la Unión de Mujeres Francesas, desarrollando una importante labor propagandista contra el alzamiento franquista en España y la intervención de la Alemania nazi y la Italia fascista en la Guerra Civil española.
Fue una de las tres mujeres que participaron en el Gobierno de Frente Popular en Francia, desempeñándose como Subsecretaria de Estado de Investigación Científica.
Los Curie-Joilot mantuvieron la misma política que Pierre y Marie Curie, a la hora de hacer público sus investigaciones, compartiéndolas con la comunidad científica internacional y no patentado sus métodos para posibilitar el desarrollo científico. Esta práctica tuvo que ser interrumpida por el auge del nazi-fascismo y el peligro que podría suponer para el mundo poner en manos de las potencias del eje las potencialidades de la radioactividad y la energía atómica.
Durante la ocupación nazi, Frederic Joilot ingresa en el Partido Comunista de Francia y pasa a engrosar las filas de la resistencia francesa. Irene Curie no puede seguir los pasos de su marido, aquejada de una fuerte tuberculosis causada por la exposición a radiación y tiene que emigrar a Suiza.
La batalla de Stalingrado y la ofensiva soviética en el arco Kursk posibilitan a Ingleses y Norteamericanos la liberación de Francia de conjunto con la resistencia antifascista francesa, lo que va a posibilitar el regreso de Irene Curie a su país con el debido reconocimiento de las autoridades francesas. En 1945, De Gaulle autoriza la creación de la Comisión para la Energía Atómica donde Irene va a dar lo mejor de si misma. En 1946 es nombrada directora del Instituto del Radio y en 1948 asiste a la inauguración del primer reactor nuclear en Francia, aunque su imagen pública y profesional iba a verse prontamente afectada por una feroz campaña de descrédito.
En 1951 tanto Irene como Frederic iban a ser cesados de todas sus responsabilidades públicas al considerarlos “agentes del comunismo”, tras ello se escondía las represalia de los sectores mas retrógrados por la importante labor que ambos desarrollaban en distintas organizaciones sociales progresistas.
Irene perteneció al Consejo Mundial por la Paz desde su fundación en 1949, su marido Frederic Joilot fue incluso su primer presidente. Irene desarrolló una importantísima labor de solidaridad con la España Republicana, tal es así que en 1948 fue expulsada de EEUU en una gira para recaudar fondos para los exiliados republicanos españoles, llegando a permanecer encarcelada en un centro de retención de inmigrantes en la isla de Ellis. De igual forma, Irene contribuyo al trabajo del Consejo Mundial por la Paz contra la proliferación de armas nucleares y el desarme nuclear total, así como a favor de una paz duradera y segura que superase los estrechos marcos de la guerra fría diseñados por los planificadores del imperialismo.
Finalmente, Irene fallecería en marzo de 1956 victima de una leucemia por sobreexposición a radiación. Frederic, por su parte, iba a fallecer dos años más tarde tras una enfermedad hepática. Irene Curie y su marido Frederic Joilot son fiel ejemplo del maridaje entre la ciencia y la lucha por la justicia y la paz, modelos de intelectuales comprometidos con las causas mas justas y un patrimonio para todos aquellos que soñamos con un mundo mejor posible.
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