CINE de aquí y de allá
De Nicolás a Sarkozy
4/2012 por Víctor Alvarado
A pesar de que Sarkozy esté cargando contra algunos políticos españoles
con toda la razón del mundo para obtener rédito político a nivel interno
para ganar las elecciones, hay que reconocer que siempre ha colaborado
en la lucha contra el terrorismo etarra. Pues bien, el cineasta Xavier
Durringer analiza el ascenso de este político hasta ganar las
presidenciales de 2007 desde una óptica izquierdista.
El reparto lo compone un Denis
Podalydès en el papel de Sarkozy
y una Florence Pernel interpretando
a Cécilia Sarkozy, aunque se lleva
la palma la excelente actuación
de Bernard Le Coq porque yo no
sabría elegir entre el original y
la copia, no queda claro si Bernard
Le Coq es Chirac o Jacques Chirac es Bernard Le Coq.
Los que esperen encontrarse con planos panorámicos de París pueden quedar
defraudados, ya que el director ha optado por primeros planos, algo más propio
del formato televisivo que del cinematográfico. Los diálogos están bastante
bien trabajados y el largometraje se ve salpicado por pequeñas dosis de humor,
que contrarrestan el excesivo metraje, se alarga innecesariamente cuando
todo parece haber terminado, abusando del flashback.
De Nicolás a Sarkozy (2011) explica el funcionamiento de las bambalinas
de la derecha francesa, donde se pueden comprobar las zancadillas realizadas
por Chirac y Dominique de Villenpin (una realidad extrapolable a cualquier
partido sea cual sea su ideología) para que fracasara un político como Sarkozy,
que demostró gran inteligencia para ganar las elecciones a un partido
socialista carente de ideas. Esta película hace una crítica más burda y menos
sutil que la que se destila en Los idus de marzo de George Clooney.
El problema principal de esta producción es que, tal vez, era demasiado
pronto para hablar de un político que todavía sigue en activo, por lo que
resulta difícil juzgar los comportamientos de una figura que está de plena
actualidad.
El director ha pretendido destacar que detrás de una persona de éxito existe
un capital humano importante y que detrás de un gran hombre hay una
gran mujer, aunque Durringer le atribuye todo el triunfo a la arrolladora
personalidad de su esposa, como si no tuviera mérito el líder galo, que habrá
tenido unas políticas más o menos acertadas, pero que siempre ha sido
valiente a la hora de no renunciar a sus principios.
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