Enrique Finochietto...un grande...

1948 
Muere en Buenos Aires el notable cirujano Enrique Finochietto. Creó novedosos modelos de pinzas quirúrgicas, adoptadas en todo el mundo, y un foco frontal para la mejor iluminación del campo operatorio, a imitación del de los mineros. Se perfeccionó como cirujano en París y en clínicas de Alemania, Austria, Suiza y Estados Unidos. Nació en Buenos Aires el 13 de marzo de 1881.


Biografìa: terminó sus días en esta ciudad donde naciera, el Profesor Enrique Finochietto. Su pérdida, constituyó un duelo público por la resonancia del dolor en país entero; de sus exequias participaron todas las instituciones médicas. Presididas por Academia Nacional de medicina, y el Congreso le rindió el homenaje de la Nación.
Si no podría decirse que el insigne maestro fuera toda la cirugía, es lo cierto que se mostró como uno de los cirujanos más extraordinarios que se hayan conocido, sino el más hábil, a cuyo ejemplo y por cuya influencia y orientación, pudo formarse la escuela quirúrgica que más ha contribuído en el Continente al perfeccionamiento de tal disciplina. Continuaba la serie de los grandes maestros dueños de un dominio absoluto del arte, máxime que inventó múltiples instrumentos v aparatos que habrían de facilitar para todos, las intervenciones más inextricables o de existencia experimental.

Hombre de acción, no podía satisfacerse con la posible solución que traerán los días, pues ésta ha de ser inmediata, concreta y terminante; por eso, tras la cirugía reparadora. Atenta sobre todo al mecanismo físico, verá la cirugía fisiológica que luego del órgano reconstituido o reemplazado, asegura la función renovada o sustituida; quiere más, que un arte quirúrgico la terapéutica quirúrgica.
Si debía conocer y practicar todo lo que la cirugía alcanzara en su hora como actividad individual, advirtió la necesidad de crear el Servicio como organización de conjunto, para transformar las salas hospitalarias en clínicas quirúrgicas con todos los elementos coadyuvantes y donde, desde el local en su ordenación arquitectónica, a los métodos de observación y procedimientos operatorios todo lo que de algún modo contribuye al acto quirúrgico está regulado, orientado y presidido por un criterio matemático donde la inteligencia y la voluntad no son más que elementos de síntesis y ejecución.
Hijo de un siglo eminentemente técnico, sabe que toda operación requiere un método preciso, con procedimientos e instrumentos adecuados, excluyentes de toda dificultad, pero absolutamente necesitados de un conocimiento perfecto. La técnica es una ciencia; puede presentar dificultades para conocerla y dominarla, pero, dominada, su ejecución carece de inconvenientes, aunque exija ciertas cualidades; precisa y terminante, es técnica, científica, por lo tanto matemática: a hechos análogos, procedimientos y resultados análogos, salvo las diferencias referidas a contingencias de orden orgánico y fisiopatológico, no siempre imprevisibles gracias al criterio clínico o por los elementos de comprobación diagnóstica. 

Por eso construyó el quirófano modelo, de trabajo y demostración didáctica; la mesa eléctrica de operaciones, que da el máximo de posiciones para las diversas cirugías y permite multitud de intervenciones con todos sus tiempos sin remoción de pacientes; la mesa ortopédica que debía dar modelo para todo lo que se hiciera luego; y docenas de instrumentos o aparatos incomparables, como el separador de cremallera, cuyo modelo minúsculo corrió en el Congreso Americano de Cirugía torácica de 1947; aparatos o instrumentos cuya practicidad los ha difundido como elementos insustituibles de trabajo y, muchos, incorporados como de autor anónimo al instrumental del país y de famosos centros quirúrgicos extranjeros. Así se explica que, en el catálogo de una célebre fábrica de instrumentos de Stokolmo, una magnífica ilustración muestra operando un cirujano provisto de la luz frontal de Enrique Finochietto. Era el inventor del genio, no sólo por la calidad de sus creaciones sino también por el número, de ellas, y con relación al pequeño número de inventos que existen y considerando todo lo que se conoce; facultad de invención que fomentará y desarrollará entre los demás con admirable resultado. Por eso pudo fundar una escuela de técnica quirúrgica, cuya expresión es esta obra, que iniciara con todo el entusiasmo de su gran espíritu.

Sabía que era una empresa única por la absoluta autenticidad del material, por la responsabilidad de las indicaciones, por la precisión y claridad de todos los detalles, por la originalidad y cantidad de las ilustraciones, obra donde va toda la cirugía probada, aun la más reciente. Quería para el libro esa sobria unidad de fondo y forma que mantuvo en todo lo que escribió, como lo acredita "El resentimiento" de Eduardo Wilde, páginas de admirable intención psicológica con las que rehabilitó para siempre -antes que nadie y como ninguno- la memoria del ilustre creador de la frenicotomía.

Su íntimo afán era ver el término de Técnica Quirúrgica - lo que no fue posible, pero estaba seguro de que faltando él, su hermano, el Profesor Ricardo Finochietto, haría el trabajo de ambos. Para eso le deja su biblioteca -acaso una de las mejores en el género. Bien sabía que contaba con su alter ego, único e insustituible, ese organizador de las Sesiones quirúrgicas para Graduados, donde alcanza toda su realización práctica la Escuela Finochietto y en donde se le veía, precediendo una institución que se honra ya con gran número de jóvenes maestros y con centenares de distinguidos cirujanos que prueban a lo largo del Continente la eficacia de una enseñanza famosa.

Durante la primera guerra mundial, fué el Jefe de Cirugía del Hospital Argentino en París, y aunque pudo disponer de las más altas distinciones médicas, argentinas y del extranjero, sólo usó de un título sobremanera caro a su corazón, el único que rubrica el nombre de los autores de Técnica Quirúrgica: Cirujanos del Hospital Rawson.

Se fué en plena madurez. La obra que inició, será continuada por sus discípulos; pero, en perenne homenaje, su nombre seguirá presidiendo Técnica Quirúrgica.

Marzo 13 de 1881 – febrero 17 de 1948

fuentes:

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