Entrevista a Erica Rivas: “Más que un sueño, me desvela algún día poder dirigir” por La Razón
Erica Rivas, además de una estupenda comediante, es una mujer espiritual, sensible, amante de la naturaleza, muy cuidadosa de su carrera y con un notorio bajo perfil. No suele dar entrevistas, salvo que tenga algo para decir. Y ella remarca que responde, que habla con la actuación.
Si bien su rostro sigue vigente por la enésima repetición de “Casados con hijos”, 2013 no la tuvo con novedades televisivas. Claro que Erica dice que trabajó intensamente. “Elijo qué quiero hacer. Esa es mi forma de comunicarme con la gente..., a través del arte. Los reportajes y demás exposiciones, que trato de que no sean muchos, creo que achican la imaginación del espectador proyectada sobre el actor. Y a mí me interesa contar historias, no que se hable de mí”, se explaya con una reflexión que la pinta de cuerpo entero.
Estuviste bastante “guardada”. ¿Disfrutás la tranquilidad, recargás energías, pensás en futuros trabajos, o te devorás las uñas pensando en lo que viene?
Disfruto mucho de la tranquilidad, de mi familia, de mi casa, de mi hija, mis amigos, de las plantas, de la lectura, soy cinéfila, mientras no trabajo recargo pilas: me dejo impresionar por la belleza que hay en todo, tranquilamente, para después llevar eso a la actuación, proyectarla.
Cuenta Erica que se dio el lujazo de coescribir el guión para “Cocineras”, una miniserie de ocho capítulos para tevé, además de hacer mucho cine: “El mejor regalo del mundo” (Alejandro Encinas), “Relatos salvajes” (Damián Szifrón), “Aire libre” (Anahí Berneri) y “El cerrajero” (Natalia Smirnoff, que participa en esta edición del Sundance Festival). “¿Te parece poco?”, desafía divertida. “Fueron todos proyectos que me gustaron y en los que crecí y aprendí”.
¿Sos de las que prefieren quedarse en su casa antes que aceptar un rol que no te convence demasiado?
La verdad que sí. Pero a veces no es que no sean buenas las cosas que me llegan, sino que quizá no estoy en sintonía con eso que se está diciendo, en ese momento de mi vida. También me gusta ser mamá de mi hija, quiero decir, pasar tiempo con ella. Es lo que más me gusta hacer.
Muchos medios dieron tu nombre como integrante de “Guapas”, la nueva tira de Pol-ka. Finamente no estás...
Es cierto, los medios aseguraban mi nombre y yo no tenía nada decidido. Salió en la prensa antes de que yo supiera que existía el proyecto, no sé cómo. ¿Ves por qué me pasa lo de la prensa? El proyecto me parecía interesante, y volver a Pol-Ka era algo hermoso, también, pero tenía otras cosas en danza que no sé si eran compatibles con el tiempo de grabación que implica una tira.
Más allá de que no estés, era un lindo piropo, indirectamente, trabajar en “Guapas”...
Me gusta el piropo, claro, pero también porque tiene un doble significado. También estaban los guapos del novecientos, que además de buenos mozos eran cuchilleros de temer… Al respecto, ¿cómo te ves? ¿Buena relación con el espejo? No me gusta mirarme mucho al espejo, pero te contesto como la más guapa, Tita Merello: “No me has visto en camisón”.
¿Estás de acuerdo con que se siga proyectando “Casados con hijos”? ¿Te beneficia?
Me viene bien, creo. Además es lo mejor que puedo ofrecer como actriz para el público masivo televisivo de ahora. A ese nivel, televisivo masivo, no encontré aún algo tan bueno y que me divirtiera tanto.
¿Con qué soñás en lo laboral? ¿Qué te desvela?
Uy, tantas cosas. Me gustaría producir cosas. Me gustaría hacer una comedia disparatada, producir historias que me interesan para contar, me refiero a producir en la parte artística, hacer nacer un proyecto, concretarlo, tal vez escribirlo, dirigirlo... Sí, me gustaría mucho dirigir algún día.
Erica no ve televisión, no tiene. Tampoco le gusta estar en política. Remarca que su “militancia es con el arte”. Desde siempre y para siempre.
Muchos actores apoyan al Gobierno y se los ve en primera fila en actos oficialistas. ¿Tenés amigos o son tiempos que por tanta intolerancia cuesta hacer buenas migas con el colega?
Tengo amigos en la profesión, tengo amigos de hace mil años que no son de la profesión, tengo amigos peronchos, tengo amigos gorilas, tengo amigos anarquistas y tengo amigos que no tienen ni idea de política. No me importa de qué partido político es un amigo, la amistad va más allá de eso para mí, lo que tiene que ver con el amor va más allá de eso. No dejaría de trabajar con alguien por cuestiones políticas.
¿Participarías de un proyecto actoral proselitista?
No lo haría, aunque estuviera de acuerdo. El proselitismo lo siento burdo, como un vómito, como una publicidad. Me interesa más la cuestión de fondo, el por qué, el cómo, la contradicción.
Este año cumplís 40, ¿cómo te tiene el cambio de década?
No me gusta empezar a ser viejita, no te lo voy a negar… pero no hay remedio. Es todo un desafío, me da miedo, me da curiosidad. Es una batalla perdida de antemano, entonces me relajo. Aunque ¿sabés? No quisiera volver a los 17. Me gusta le edad que tengo pero por cómo me siento, por lo aprendido y por el amor que tengo, que es mucho mayor.
Si bien su rostro sigue vigente por la enésima repetición de “Casados con hijos”, 2013 no la tuvo con novedades televisivas. Claro que Erica dice que trabajó intensamente. “Elijo qué quiero hacer. Esa es mi forma de comunicarme con la gente..., a través del arte. Los reportajes y demás exposiciones, que trato de que no sean muchos, creo que achican la imaginación del espectador proyectada sobre el actor. Y a mí me interesa contar historias, no que se hable de mí”, se explaya con una reflexión que la pinta de cuerpo entero.
Estuviste bastante “guardada”. ¿Disfrutás la tranquilidad, recargás energías, pensás en futuros trabajos, o te devorás las uñas pensando en lo que viene?
Disfruto mucho de la tranquilidad, de mi familia, de mi casa, de mi hija, mis amigos, de las plantas, de la lectura, soy cinéfila, mientras no trabajo recargo pilas: me dejo impresionar por la belleza que hay en todo, tranquilamente, para después llevar eso a la actuación, proyectarla.
Cuenta Erica que se dio el lujazo de coescribir el guión para “Cocineras”, una miniserie de ocho capítulos para tevé, además de hacer mucho cine: “El mejor regalo del mundo” (Alejandro Encinas), “Relatos salvajes” (Damián Szifrón), “Aire libre” (Anahí Berneri) y “El cerrajero” (Natalia Smirnoff, que participa en esta edición del Sundance Festival). “¿Te parece poco?”, desafía divertida. “Fueron todos proyectos que me gustaron y en los que crecí y aprendí”.
¿Sos de las que prefieren quedarse en su casa antes que aceptar un rol que no te convence demasiado?
La verdad que sí. Pero a veces no es que no sean buenas las cosas que me llegan, sino que quizá no estoy en sintonía con eso que se está diciendo, en ese momento de mi vida. También me gusta ser mamá de mi hija, quiero decir, pasar tiempo con ella. Es lo que más me gusta hacer.
Muchos medios dieron tu nombre como integrante de “Guapas”, la nueva tira de Pol-ka. Finamente no estás...
Es cierto, los medios aseguraban mi nombre y yo no tenía nada decidido. Salió en la prensa antes de que yo supiera que existía el proyecto, no sé cómo. ¿Ves por qué me pasa lo de la prensa? El proyecto me parecía interesante, y volver a Pol-Ka era algo hermoso, también, pero tenía otras cosas en danza que no sé si eran compatibles con el tiempo de grabación que implica una tira.
Más allá de que no estés, era un lindo piropo, indirectamente, trabajar en “Guapas”...
Me gusta el piropo, claro, pero también porque tiene un doble significado. También estaban los guapos del novecientos, que además de buenos mozos eran cuchilleros de temer… Al respecto, ¿cómo te ves? ¿Buena relación con el espejo? No me gusta mirarme mucho al espejo, pero te contesto como la más guapa, Tita Merello: “No me has visto en camisón”.
¿Estás de acuerdo con que se siga proyectando “Casados con hijos”? ¿Te beneficia?
Me viene bien, creo. Además es lo mejor que puedo ofrecer como actriz para el público masivo televisivo de ahora. A ese nivel, televisivo masivo, no encontré aún algo tan bueno y que me divirtiera tanto.
¿Con qué soñás en lo laboral? ¿Qué te desvela?
Uy, tantas cosas. Me gustaría producir cosas. Me gustaría hacer una comedia disparatada, producir historias que me interesan para contar, me refiero a producir en la parte artística, hacer nacer un proyecto, concretarlo, tal vez escribirlo, dirigirlo... Sí, me gustaría mucho dirigir algún día.
Erica no ve televisión, no tiene. Tampoco le gusta estar en política. Remarca que su “militancia es con el arte”. Desde siempre y para siempre.
Muchos actores apoyan al Gobierno y se los ve en primera fila en actos oficialistas. ¿Tenés amigos o son tiempos que por tanta intolerancia cuesta hacer buenas migas con el colega?
Tengo amigos en la profesión, tengo amigos de hace mil años que no son de la profesión, tengo amigos peronchos, tengo amigos gorilas, tengo amigos anarquistas y tengo amigos que no tienen ni idea de política. No me importa de qué partido político es un amigo, la amistad va más allá de eso para mí, lo que tiene que ver con el amor va más allá de eso. No dejaría de trabajar con alguien por cuestiones políticas.
¿Participarías de un proyecto actoral proselitista?
No lo haría, aunque estuviera de acuerdo. El proselitismo lo siento burdo, como un vómito, como una publicidad. Me interesa más la cuestión de fondo, el por qué, el cómo, la contradicción.
Este año cumplís 40, ¿cómo te tiene el cambio de década?
No me gusta empezar a ser viejita, no te lo voy a negar… pero no hay remedio. Es todo un desafío, me da miedo, me da curiosidad. Es una batalla perdida de antemano, entonces me relajo. Aunque ¿sabés? No quisiera volver a los 17. Me gusta le edad que tengo pero por cómo me siento, por lo aprendido y por el amor que tengo, que es mucho mayor.
fuente completa: http://www.larazon.com.ar/show/sueno-desvela-algun-poder-dirigir_0_535500028.html
