Salud y Bienestar: ¿Cómo atacar ese enemigo íntimo que somos nosotros mismos?

Nuestros pensamientos y emociones también influyen directamente en nuestra calidad de vida.
A veces nos enredamos con pensamientos destructivos que se repiten constantemente, los tomamos como ciertos, y se convierte en un hábito doloroso que afecta tu autoestima y tu salud.
Hay ciertas cosas que tenés que contemplar para ayudarte a superar estos pensamientos negativos y cuidar tu salud mental. Muchas veces no son las situaciones externas sino somos nosotros mismos los que nos estamos maltratando al hablarnos mal a nosotros mismos, aplastando nuestra autoestima. Estos pensamientos los tomamos como verdaderos
Lo bueno de saber esto es que está en nuestras manos poder cambiar esta situación. Mantener tu salud física es tan importante como la salud mental, y hasta tal vez más porque desde nuestra "cabeza" pueden generarse lo físico enfermarse como si fuese un acto reflejo. Cuando algo nos duele recurrimos al doctor, cuando algo nos sucede mentalmente solemos dejarlo pasar. No hacerlo es algo sociocultural.
Tener pensamientos negativos afecta toda tu vida, y requiere tu atención. Esta tristeza, depresión o baja autoestima puede afectarte en tu rutina y en la de tus seres queridos. Parece algo insignificante pero no lo es. La sensación de fracaso y de soledad, el rechazo, aumentan en un tanto porciento el riesgo de muerte así como fumar.
Debes saber que tener pensamientos negativos es un hábito, una costumbre! se lo conoce como Rumiación y hace referencia a la tendencia a repetir estos pensamientos negativos. Esto incrementa el estrés y la ansiedad, disminuye la autoestima, aumenta riesgos de depresión, trastornos alimenticios y adicciones. Es un hábito destructivo que no deja respiro, sin embargo al intertar buscarle el lado positivo a una situación negativa sentimos un cierto alivio pero pareciera que no tenemos el poder de revertir la tendencia.
Como punto de partida, te diríamos que no trates de eliminarlos, si de identificarlos! Podés escribirlos. Lo importante es que te des cuenta cuando aparecen en tu mente. Y de ahí aplicar 3 estrategias:
1. la de la desviación: darle un nuevo rumbo a esos pensamientos negativos. Cada vez que aparezca este pensamiento, dale nuevo cause: "Estoy más gorda, nada me queda bien" sería "Estoy más gorda, nada me queda bien pero ya estoy caminando" Y cada vez que aparezcan hacé lo mismo, encontrale un "pero" que contrarreste esta afirmación negativa.
2. el signo de interrogación: ponelo en "tela de juicio" ¡¡cuestionalo!! No tomarlo como verdad absoluta. Por ejemplo: Soy cobarde, no me animo a nada... ¿soy cobarde o me pasa algo con esto?
3. la distracción: dirigí tu atención hacia otra cosa! Si tenés un mal día ¿por qué no poner la canción que más te gusta o te calma? Si peleaste con tu pareja por qué no bañarte y ponerte rico olor? desviá la atención hacia cosas que te hagan sentir mejor y encontrar una salida de emergencia. La única regla es que esta distracción sea algo sano, no vale fumar, no vale alcohol...
Un tip extra! Aprender a meditar! pensar tu pensamiento se desarrolla, es un hábito. Tus propios pensamientos pueden ser desagradables, pueden disminuir tu autoestima, pueden obstaculizar tu productividad, e incluso pueden afectar tu bienestar. O por el contrario, pueden ayudarte a lograr lo que te propongas, a aumentar la confianza en ti, a mantenerte concentrado, y en general pueden ayudarte a sentirte mejor.
Claro que aquellos son simples ejemplos de paliativos, si persiste podés encontrar ayuda en un profesional de tu agrado. 
+ fuente: habitualmente.com/pensamientos-negativos /// editada por Puebla revista

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