#Lugares Finca la Encantada, un paraje "de cuento"

Salimos de Maschwitz a las 4 am porque queríamos llegar por la tarde a destino, y por la emoción de emprender de nuevo el viaje y conocer este lugar con pinta de “paraíso escondido” del barrio Rama Caída, en la famosa ciudad de San Rafael. Decimos “famosa” porque siempre le llegan a uno la fama de bonito o no de un lugar, y Mendoza de por sí, como provincia, se sabe es maravillosa, y damos fe, pero conocer un sitio tan especial como la Finca tiene un gustito distinto… el que te da literalmente vivir unos días en un hospedaje de estilo único, con su historia, y todo lo que ella implicó hasta lo que es hoy. Meterse aquí es como entrar “en el tiempo” y perder justamente la noción “del tiempo”. Relax total.

Finca La Encantada se define como “eco wine lodge”, y con su nombre, hace alarde con mucha razón de su encantamiento natural, logrado por un cúmulo de valores… su paisaje, el espacio verde y arbolado, el casco de la estancia, sus habitaciones, la decoración, los detalles, la hospitalidad de quienes la atienden, el vino orgánico, y los sabores caseros. Uno diría que lo tiene todo, ¡¡y sí!! Agraciada total. Lo tiene todo para el descanso buscado y esperado, fuera de la ciudad. En toda su antigüedad, la Finca es aire nuevo, es única, hasta el vino orgánico “biodinámico” que se produce en el viñedo familiar. Cabe aclarar que éste emprendimiento que consiste en la Finca que funciona como lodge y la bodega Finca Dinamia, que produce vinos orgánicos, pertenecen a la Familia Bianchi.

La verdad es que un hogar lo hacen las personas y las buenas relaciones que cohabitan en él. Este es un dato testeado en persona. Hablábamos de la hospitalidad de quienes trabajan en Finca La Encantada, desde Mariola que te recibe y te participa de cada detalle de la Finca con lujo de detalles, con una amabilidad estupenda, pasando por Mili que mantiene el orden absoluto, y por Natalia que cocina de ¡¡mil maravillas!!, llegando a Daniel que cuida cada momento de tu estadía, mantiene las instalaciones “a tope”, y que cocina un pollo al disco que “mamma mía”. 

La casa de unos 350m2, hecha en parte de adobe, y adaptada según los requerimientos constructivos de la zona para que sea antisísmica, data de 1930, y pasó por varios restauros para ser lo increíble que es hoy. Explicarlo es como si no alcanzaran las palabras para describir. Uno simplemente entra en ella y dice “wow”. Las partes públicas de la casa, cocina, sala de estar, comedor, living, son de uso común para los huéspedes de las 4 habitaciones dobles que ofrece la Finca. Que ofrece hoy por hoy, porque el proyecto crece y se planifican más espacios para recibir más huéspedes, conservando siempre la tranquilidad innata del lugar. Todos los cuartos, decíamos, tienen baño en suite, y un diseño único, donde cada rincón está “plantado” para el placer visual y la funcionalidad. Dos de las habitaciones, en mayor o menor tamaño, tienen una antesala o sala de estar contigua al cuarto principal y todas llevan puerta ventana de pinotea con rejas coloniales que le dan un aire campestre genial. Cada una tiene salida a una galería divina y las distinguen por sus nombres de pila: El Zorzal, El Colibrí, Águila Mora –con hogar y un balconcito privado “de cuento”, en planta alta- y El Hornero. ¡Una más linda que la otra!

Todas las aberturas de la casa así como los pisos son súper antiguos –incluso hechos con cavas que conservan marcas de borra-, estilo colonial “Santa Fe”, confeccionadas con maderas recicladas, incluso ventanas hechas con ruedas de carruaje. Todo está armónicamente intervenido, casi, de manera artística. Podrás encontrar detalles en vitraux por doquier. Dirección en la que mires, en la hechura y mobiliario de la casa descubrirás pertenece a una madera distinta, de tonos y apariencias diversas. Todo es ocre en sus paredes lo que le da una calidez única, y la decoración le da a toda la casa una apariencia que juega entre lo vintage, lo campestre y lo mexicano, aunque –nos contaban- sus techos sean típicos de la construcción mendocina. ¡Nos enloqueció la casa como verán! Te recordamos que la visitamos durante la temporada de Otoño, en Verano ¡se disfruta más aún!

El casco de la Finca cuenta con 3 hectáreas, arboladas, con quincho para hacer asado de vista a las montañas, otros sectores donde recostarse y disfrutar del parque, pileta, hamacas paraguayas, la bodega con su producción de vino “biodinámico” para degustar y llevar, y comida súper casera, en caso de quererlo. De hecho la estadía, incluye un desayuno muy rico y surtido.

Llegando a Rama Caída hay varias bodegas, que son de las más antiguas de la zona, para detenerse y degustar sus vinos, como la Vieja bodega Serra, Labiano, 1920, y más. Otras que le siguen en el tiempo están cruzando la ciudad de San Rafael camino a Los Reyunos como la mismísima bodega Bianchi. 

Estando en Rama Caída, en este paraje tan tranquilo, hay dos caminos que recomiendan como visita obligada aunque intensos. Particionar las visitas a San Rafael es una buena idea porque hay mucho por descubrir. Llegado el caso que estamos aquí como nosotros ahora, queriendo hacer lo más posible, te contamos que estos dos caminos recomendados por los lugareños son hacia Los Reyunos y por otro lado hacia Villa El Nihuil. En otro viaje quedará algún paraje recóndito en Las Leñas ya que la distancia desde aquí es de 207km -hacia la cordillera- y nos perderíamos esto.

Camino hacia Los Reyunos vas en paralelo a río Diamante, pasas por la histórica Villa de Mayo, otrora fuerte que defendía la frontera antes de que Argentina “fuese Argentina”. Mucha historia por ahí. Antes de llegar al Dique Los Reyunos, hay varios campings, y es aconsejable preguntar qué actividades ofrecen antes de ingresar porque hay muchas y no todos proponen lo mismo. Llegando al Club Los Reyunos -35km desde la ciudad- hay casas para alquilar y muchas actividades en torno al enorme lago que se forma, como en general en toda San Rafael.

Durante el otro recorrido del río Atuel, yendo por ruta 173, pasas por Las Tinajas donde existe una pequeña cueva con arte rupestre, muy loco de conocer, entre otras cosas. Llegando a Valle Grande y ya sobre el río, encontrarás campings también, y sectores mirando al río para disfrutar el día con los tuyos. Todas las actividades acuáticas de éste lado, sobre todo rafting, dependen de las políticas de la zona con respecto a la apertura del dique.

El turismo aventura está a la orden del día: canopy, expediciones, palestra, rappel, puente colgante, canyoning, parapente, canoa o catamarán, rafting, trekking, Euca –sí, como Euca Tigre pero en el bosque y con distintas complejidades, para distintas edades ¡¡excelente!!-… todo para el disfrute pleno, para grandes, medianos y chicos. Es más factible encontrarlo todo abierto en temporada alta, es decir, desde Diciembre a Marzo hasta Semana Santa. Algunos pocos permanecen abiertos como Saint Joseph, los chicos “piolísimos” con los que hicimos canopy a plena tarde.

Antes de llegar a Villa El Nihuil hay una travesía a las dunas El Nihuil que sólo se puede hacer con guías y en 4x4, así como más allá del Club de Pescadores de la Villa, para llegar a la Laguna del Atuel.

Asi es que empezando nuestra estadía en la bellísima Finca La Encantada, desde la tranquilidad de Rama Caída, toda aventura puede suceder en el mundo “San Rafael”

+ datos:

- Finca La Encantada. Eco Wine Lodge.
Los Olivos S/N, M5603 San Rafael, Mendoza
0260 15-404-9094
Instagram / FB @FincaLaEncantada
www.fincalaencantada.com

- Bodega Dinamia. Vinos orgánicos y biodinámicos
Vino Buen Alma / Vino Dinamia Malbec Reserva
Instagram / FB @FincaDinamia


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