El señor de los árboles

Desmonte en Salta, imagen publicada por Greenpeace
El año pasado una adolescente ocupaba gran parte de los titulares de los medios.
De origen sueco, realizó una protesta denominada #FridaysForFuture, los viernes    concretaba una sentada ante el edificio representativo del poder político de su país reclamando medidas con respecto al cambio climático. 
El nombre de la impulsora de aquella protesta: Greta Thunberg. No es la única a nivel global,  sin embargo impactó su presencia por lo resuelta y comprometida con el tema ambiental. 

Varias décadas atrás, en ese mismo lugar, se llevo a cabo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (1972), que convirtió al medio ambiente en un tema de relevancia a nivel internacional reuniendo a países desarrollados como en vías de desarrollo.  En aquel momento se promulgaron principios directrices para guiar y revertir el impacto que las actividades humanas estaban provocando sobre nuestro hábitat y podrían afectarnos directamente. La adolescente sueca no hizo solo más que afirmar el incumplimiento de esos principios a casi medio siglo de haberlos acordado.
Pocos somos ajenos al espectáculo real que generan los efectos antrópicos sobre el clima y la situación que sufren las comunidades más vulnerables (la comunidad wichi con respecto a los desmontes en el norte de nuestro país es uno de los tantísimos ejemplos). Ante esta triste pérdida de biodiversidad, por la avaricia y el consumo exacerbado, aún es posible considerar la posibilidad de algunas utopías.
En nuestro país se desarrolla, hace unos diez años, un proyecto de conservación ejemplar. Enmarcado en una geografía admirable (los bosques andino patagónicos), con acceso por vía lacustre,  desde la ciudad de Bariloche y es en el Centro Forestal de la Isla Victoria. 
Visitada todos los años por medio millón de turistas (aproximadamente) la isla ofrece parte del lugar donde se forjo la historia de Parques Nacionales y de un Vivero Forestal junto a una colección de especies exóticas (de flora) introducidas por peritos e ingenieros forestales, entre ellos los conocidos como "rusos"  -en realidad solo uno lo era, los demás eran polacos, o ucranianos o bielorrusos, países de la URSS en ese entonces-. 
La Isla Victoria con 4.000 hectáreas se halla emplazada en el corazón del lago, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi. 
A comienzos del siglo XX era un lugar remoto y desconocido para Buenos Aires. Pocas décadas atrás se había llevado a cabo la campaña de la Conquista del Desierto y esa zona se encontraba en conflicto limítrofe con Chile, que fuera resuelto por el perito Moreno. A la postre se transformó en parque nacional (gracias a su donación). Sin embargo entre 1911 y 1922  el Área Central de Isla Victoria fue arrasada por el fuego, sobrepastoreo y talas rasas, ya que habían sido otorgados usufructos a varios concesionarios sin control alguno.  
En 1922 se crea el Gran Parque Nacional del Sur y en 1924 el Ministro de Agricultura de la Nación Tomás Le Bretón, resuelve crear un Vivero Nacional para “fomentar” la plantación de árboles forestales y frutales en la región Cordillerana. Las ideas de la época se inclinaban a pensar en la introducción de especies exóticas como positivo a la economía regional y con el sentido botánico de los grandes Jardines Botánicos europeos. Los “pinos”, “abetos”, “cedros”, “sequoias”, “robles” y otros; eran especies forestales conocidas, mientras las especies nativas, contrariamente, eran completamente desconocidas tanto en su biología como en su potencial forestal. 
En 1925 comienza a funcionar el Vivero Nacional con la dirección del Perito Pablo Gross, quien da impulso al Arboretum, planta las Sequoias gigantes que hoy engalanan el paseo  en la isla por sus increíbles proporciones.
En 1934 se crea el Parque Nacional Nahuel Huapi y establece la Estación Forestal de Puerto Anchorena. Se contrata un grupo de Ingenieros Forestales de origen ruso que durante casi 35 años desarrollaron una impresionante labor, dejando desde entonces una impronta magnífica en el paisaje no solo de Isla Victoria, sino de toda la Región.
Durante la década de 1990, la Isla Victoria fue abandonada en los temas forestales, salvo algún trabajo excepcional.
El turismo decayó notablemente, entrando en un período de decadencia que culmina cuando Argentina sale de la crisis de 2001-2003 y la actividad turística vuelve a  crecer.

Ing. Forestal Adolfo Moretti, oriundo de Campana
En el 2005, con el impulso de la Administración de Parques Nacionales y efectivamente del Parque Nacional Nahuel Huapi se retoma y configura un modelo de gestión en la isla con un programa específico de estudio sobre la reproducción de especies nativas, y  sobre la biología y propagación de las especies introducidas (que en el caso de no ser endémicas son conservadas). Esto se realiza a través de la reactivación del Vivero y puesta en valor del Arboretum, denominado Centro Forestal “Ing. Agr. Alberto Suero”. El lugar recobra su importancia, ya no solo desde lo ornamental, turístico, y recreativo, sino también desde el plano de campo de estudio de la biodiversidad  estableciendo vínculos con universidades de nuestro país y otros organismos e instituciones internacionales.
Frente a dicho programa se encuentra un campanense, el ingeniero forestal Adolfo Emilio Moretti, recibido en la Universidad de La Plata y radicado en Bariloche (referente forestal del parque nacional Nahuel Huapi). La labor llevada a cabo por su equipo y guardaparques de la isla,  recibió una excelente noticia -¡esperada también!- el 22 de Enero, el Poder Ejecutivo Nacional,  generó la resolución de Jardín Botánico de Isla Victoria. Que fuera gestionada por el Intendente saliente del Parque Nacional Daniel Cannestraci y elevada por Daniel Somma (actual presidente de la Administración de Parques). 
Vivero del Centro Forestal
Dicho proyecto formulado por el ingeniero Moretti (desde el 2005), e impulsado por la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi, confirmaba los siguientes objetivos  como el desarrollo de un centro de investigación de especies nativas de los bosques del sur, la restauración ante incendios o sobrepastoreo y sobre todo la sostenibilidad de los ambientes naturales in situ.
En el año 2015 el Jardín Botánico de la Ciudad de Buenos Aires ha postulado ante la Botanical Garden Conservation International (BGCI) al Centro Forestal de la Isla Victoria con su Arboretum como foco en nuestro país de la conservación que elabora la Secretaría de Ambiente de la Nación, y sea declarado "Jardín Botánico". La ingeniera agrónoma Graciela Barreiro, directora del Jardín Botánico porteño "Carlos Thays" y el Doctor Joaquim Gratzfeld, evaluador de proyectos regionales por BGCI realizaron la visita oficial a la isla; por lo qué este último aprobó y recomendó la candidatura de la misma como sede de un Jardín Botánico destinado a la conservación de los bosques templado-fríos del hemisferio sur en general y de la Patagonia Argentina y Chilena.
Gaby, viverista 
La trascendencia de este acontecimiento, la labor de quiénes lo sostienen a pesar de todas las vicisitudes humanas y frente a la catástrofe bioclimática,  qué es de índole emergente,  nos pone de pie ante utopías posibles. 
Es prueba de la sintonía y sinergia entre la labor ciudadana, el Estado y de otros actores sociales (privados u ONGs, etc) en este proyecto,  lo que configura la concreción real en la conservación y restauración, en definitiva, de un ambiente sano para todos. 
Recomendamos su visita...

En Facebook se encuentra como "Centro Forestal Isla Victoria, PNNH"
Otro dato interesante es que  Parques Nacionales propicia la posibilidad de concretar un voluntariado, y también se puede llevar a cabo en el Vivero de la isla, y es a través de la siguiente dirección de correo: voluntariosnh@apn.gob.ar



Visita la web de Parques Nacionales  https://www.argentina.gob.ar/parquesnacionales

Informe
Malala de Puebla

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