#Entrevista a la artista plástica Laura Quiñones
Entrevista a la artista plástica Laura Quiñones oriunda de la ciudad de Campana.
Ceramista de profesión, inquieta y creativa. No se cansa en sacar del barro y de la arcilla todo su potencial, comunicar sus saberes a quienes concurren a su taller, compartir conocimientos (curiosidad admirable por aprender) y experimentar con otras técnicas.
Una grata visita a su taller "Ser del Barro" que compartimos a través de estas líneas...
Puebla: Laura ¿vos sos nacida y criada en Campana?
Laura: si. Nací en el 69. Eso dice el calendario. Del espíritu, restale una década por lo menos.
Puebla: Cursaste tus estudios en Campana -primaria y secundaria -, y luego te lanzaste al mundo. ¿Ya sabías que la cerámica era lo tuyo? ¿O cómo se despertó eso en vos?
Laura: Mí mamá era ceramista así que desde chica tuve mis manos dentro del barro. De ella heredé mí pasión y muchos de los materiales que aún tengo. Mí papá fue también un excelente artesano en metales. No sé si tuve claro desde siempre, pero no tuve dudas desde que entré a la escuela de cerámica de Bulnes. Ahí hice la tecnicatura y después en el Instituto Superior de Cerámica hice el profesorado. Ahora forma parte de la universidad de las artes, #UNA.
Puebla: El instituto superior ¿es de Avellaneda? ¿Cómo viajabas en tren o en cole? (en nuestros años juveniles existían esas alternativas)
Laura: No. Funcionaba en el mismo lugar que la escuela: Bulnes 45. Si tenía dinero en Chevalier, sino en tren. Colada, a veces me quedaba, fue duro.. mil anécdotas para contar de mis años de estudio. Lo que si puedo decir es que gracias a una profesora y la directora de ese entonces Echeverry y Malatrassi.. pude estudiar porque me consiguieron trabajo de preceptora en la misma escuela donde estudiaba. ¡Fueron mis ángeles guardianes!.
Puebla: sino hubiera sido muy complicado, no?
Laura: Si no, no lo hubiera logrado...Ya había abandonado en segundo año, y cuando fui a buscar mis cosas, porque no podía seguir viajando y no conseguía trabajo, ellas lo arreglaron para que yo pueda seguir. Esas personas me cambiaron la vida.
Puebla: Sucede con muchos jóvenes. Son situaciones bisagras...qué suerte que estuvieron estas personas cerca! Y luego...te quedaste en capital?
Laura: Mí eterno agradecimiento! Totalmente. Me quedé un par de años allá y di clases de cerámica en escuelas de educación especial. Después volví y me dedique a la docencia acá, en escuelas públicas. Trabaje para el Municipio un par de años y en el taller La construcción.
Puebla: y con tu taller "Ser del barro" ¿Cuándo empezaste?
Laura: En mí casa empecé hace 4 años en el lavadero jaja con 4 chicas que me seguían fieles jaja entre ellas María Elena Garofalo, Lili Gonzales que aún siguen en ser del barro.
Puebla: y hoy...tenés muchos alumnos
Laura: Si más de 30, ¡increíble!. Es mágico el trabajo con el barro, siempre pienso que te va modelando a vos . Es un constante aprendizaje, no solo de lo técnico, va más allá, es aprender a esperar, respetar, compartir, etc. Es además, muy gratificante, eleva la autoestima. Poder dar forma con tus manos a un objeto y después usarlo ....O darle forma a un sentimiento..
Puebla: si tuvieras que definir, explicar, conceptualizar tu trabajo...qué tipo de laburo haces y te gusta!...una cosa es la técnica y otra la parte creativa...pues bien...¿Qué formas o colores te atraen más? ¿Se pasa por etapas? como por ejemplo el Raku.
Laura: A mí me gusta poder transmitir algo con mis piezas. Siempre empiezo sintiendo algo y luego le voy encontrando las formas. Intento que el color y la técnica se adecuen a eso que quiero transmitir...o mejor dicho necesito sacar de adentro mío. Hasta ahora encontré que la técnica del Raku acompaña bastante bien, porque es sorprendente, tiene el ritual, lo rústico, lo accidental, lo impredecible.
Puebla: Esa técnica, ¿la conocías del profesorado? ¿Es ancestral no?
Laura: Si si. Creo tiene origen oriental. Y consiste en someter a la pieza a cambios bruscos de temperatura y lograr atmósferas reductoras. O sea sin oxígeno. La primera vez que vi algo parecido, fue en el taller con mí mamá. La pasta varía según la temperatura de quema.
Puebla: Se que no se usa el horno tradicional. Y se hace al aire libre...
Laura: Yo uso un horno balancín a gas envasado. Se hace al aire libre ya que las piezas se sacan a altas temperaturas y se colocan en tachos con hojas, virutas aserrín, lo que prende fuego y dale muuuuuchooooo humo.
Puebla: las piezas quedan bellísimas y los dibujos que se marcan sobre la pieza le dan una trama muy particular. Quedan buenísimas... ¿Con que otras pastas o arcillas modelaste?
Laura: Mmmmm nunca use porcelana.. .así que usé de baja, terracotas, raku, fuego directo, de media, losas, y pastas coloreadas y algunos gres de alta.
Puebla: Siempre se experimenta. Se nota como un regreso a la cerámica o a estás artes...¿a qué se debe?
Laura: Siempre se está aprendiendo. Es inagotable. Yo creo que es porque la arcilla es muy noble y trasmite mucha paz. El trabajo en el taller, en grupo es terapéutico. Te conecta con tu interior y con el otro más humanamente, humildemente. y por otro lado hay una tendencia a ser más conscientes de todo lo contaminante que son los plásticos. Hubo una campaña "Más cerámica menos plástico" que fue bastante masiva.. tal vez haya tenido que ver también. Ahora que pienso... trasmutas energías por el trabajo con los elementos naturales: tierra, agua, aire y fuego.
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