#dELibros

"Íbamos de camino a Atenas, pero no se trataba de unas vacaciones normales de verano. En Atenas, o al menos en algún lugar de Grecia, intentaríamos encontrar a mamá. No era seguro que lo consiguiéramos, y aunque así fuera, puede que no quisiera volver con nosotros a Noruega. Tenemos que intentarlo, decía mi viejo, porque ni él ni yo soportábamos la idea de vivir el resto de nuestras vidas sin mamá.
Mamá nos abandonó a mi viejo y a mí cuando yo tenía cuatro años. Por eso yo aún continuaba llamándola "mamá". A mi viejo le había ido conociendo más a fondo y un día ya no me pareció oportuno seguir llamándole "papá".
Mamá se lanzó al mundo para encontrarse a sí misma. Tanto a mi viejo como a mí nos parecía que, con un niño de cuatro años, ya era hora de que lo hiciera; de modo que apoyamos el proyecto. Pero nunca llegué a comprender por qué tuvo que irse tan lejos. ¿Por qué no podía arreglárselas en nuestra ciudad, Arendal, o contentarse simplemente con un viaje a Kristiansad? Mi consejo a todos aquellos que quieran encontrarse a sí mismos es que sigan justamente donde están. Si no, existe un gran peligro de que se pierdan para siempre"

Fragmento
"El Misterio del solitario" de Jostein Gaarder
Escritor noruego (1952), autor de novelas, cuentos y de libros para niños.

Imagen
Loui Jover (artista australiano) 

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